La creencia de que las pulseras de mal de ojo se rompen para proteger a la persona que las usa de la energía negativa se basa en la creencia en la superstición y la magia, y no tiene una explicación científica.
En algunas culturas, se cree que el mal de ojo es una maldición o un maleficio que se puede transmitir a través de la mirada de una persona celosa o envidiosa, y que puede causar daño o enfermedad a la persona afectada. Las pulseras de mal de ojo se utilizan como talismanes para proteger a la persona que las usa de la influencia negativa del mal de ojo.
La creencia de que las pulseras de mal de ojo se rompen como resultado de proteger a la persona que las usa se debe a la idea de que la pulsera absorbe la energía negativa y se rompe como resultado de haber cumplido su función protectora. Sin embargo, esta creencia no tiene una base científica o racional.
Es importante recordar que la creencia en la magia y la superstición no debe sustituir la atención médica adecuada en caso de enfermedad o problemas de salud. Si tienes alguna preocupación sobre tu salud, es importante buscar el consejo de un médico o profesional de la salud capacitado.